Los medicamentos se podrán dosificar y tener diversos formatos que permitirán personalizar en el volumen personal y adaptarlo para el uso pediátrico y gerontólogo
La Universidad Nacional de Córdoba, en el marco de “Ciencia en Acción”, presentó el proyecto de una impresora 3D de medicamentos en Córdoba, que fue reconocido por el Premio Innovar 2023. Este avance permitirá la dosificación de la medicación de acuerdo al volumen corporal de cada paciente y adaptar las formas y tamaños a la pediatría y en personas mayores.
Investigadores de la UNC y el Conicet crearon una plataforma de impresión 3D de medicamentos para producir una amplia variedad de formas y dosis de remedios, adaptados a las necesidades específicas de cada paciente.
Santiago Palma, secretario de Innovación y Vinculación Tecnológica de la Universidad Nacional de Córdoba, consideró en diálogo con Cadena 3 que “la personalización de la farmacoterapia es fundamental y era un desafío tecnológico que hoy con la impresora 3D es posible”.
Juan Pablo Real, Daniel Real y Enzo Moriconi son los creadores de este novedoso invento que podría revolucionar el mercado farmacológico.
“Lo que el Nespresso hizo de llevar el café de bar a la casa, lo hacemos nosotros llevando la impresora y los materiales a las farmacias, brindando personalización”, resaltó Daniel Real, uno de los inventores.
El producto, ya patentado, fue vendido a Chile y Ecuador, pronto se sumará Paraguay, y buscan patentarlo en Estados Unidos.
“Tienen una ventaja, a diferencia de impresoras 3D tradicionales que funden los filamentos a 190°, la de ellos puede hacerlo a 40 grados. Eso amplía el abanico de moléculas que se pueden incorporar, por ejemplo generando proteínas para medicamentos biológicos”, resaltó Real.
Lo que se busca es contrarrestar la idea tradicional de las farmacias de los remedios estandarizados. Con la impresora fabrican cada medicamento adaptado a necesidades y contexturas del paciente, pueden variar las dimensiones de la cápsula, la concentración (para aquellos que deben tomar muchas pastillas diferentes acá se fusionan en una), y también se crean de acuerdo a ciertas demandas.
Por su parte, Santiago Palma destacó que “es una universidad con base tecnológica” y que la idea está protegida intelectualmente con vísperas de generalizarse. “Nos ayuda a tener mayor calidad de vida y adaptarlo para mejorar criterios y usos de la medicación”.
La universidad busca cambiar el paradigma conocido hasta este momento, ya que tratan de que en un futuro el farmacéutico cargue el cartucho, sin polvo y sin solventes, y que al finalizar la impresión el producto esté listo para el consumo.
Entrevista de “Viva la Radio”.